miércoles, 10 de junio de 2015

HISTORIA DE MELCHORA CUENCA



Melchora Cuenca, una paraguaya naciada en Asunción e hija de Gaspar Cuenca y Martina Pañera, fue una mujer notable: en primer lugar pues fue lancera del General José Artigas tras su encuentro -aparentemente en Santa Fe-; en segundo lugar pues estuvo casada con él y se hallaba a su lado en la villa-campamento de Purificación, entre los años 1815 y 1819 (durante el apogeo del Sistema Federal), teniendo dos hijos con el Prócer : Santiago (nacido en 1816) y María (nacida en 1819). Al parecer, los padres de Melchora eran provedores del campamento artiguista.

Dice Thevenet:
"Melchora Cuenca era paraguaya, hija de españoles. Poseía relativa cultura, rostro atrayente y cierta esbeltez que conservó como fiel tributo de la raza guaranítica. Era también bastante joven en aquella época".
Después de abandonar Purificación la pareja se dirigió al Queguay, cerca de montes que José Artigas administró para proveer de sustento a su familia.
Al parecer, allí surgieron desavenencias entre Artigas y Melchora, pues esta se negó a acompañarle en 1819.
Luego de la traición de Ramírez (febrero de 1820), cuando Artigas buscó refugio en el Paraguay, Melchora fue a encontrarse con él en Mandisoví (o Mandisobí, según las fuentes) para acompañarlo, pero Artigas se rehusó, sin que se sepan las razones. Según indica Aníbal Barrios Pintos, citando a Thevenet: "quizás por el obstáculo que sería a sus planes personales o a la rapidez necesaria de su marcha o por no poder asegurar en el Paraguay a su mujer y a sus pequeños hijos una relativa tranquilidad que él mismo ignoraba si disfrutaría solo" (1) Teniendo en cuenta el recibimiento que le dispensó al Prócer el Doctor Francia, solamente nos queda por darle la razón.

La separación dejó un profundo dolor en el alma de Melchora, que se sintió traicionada y presa del deshonor, y seguramente vivió llena de amargura el resto de su vida.
Desde Mandisoví Melchora Cuenca regresó a su vivienda a orillas del Queguay en 1821, bajo la tutela de Manuel -hijo primogénito de Artigas- quien la terminó abandonando en 1824 o 1825 para establecerse en Concepción con su esposa e hijo. Habiendo quedado sin recursos para hacerse cargo de sus hijos, Melchora realizó tareas humildes como lavar, planchar y confeccionar ponchos para otros. Ocultándose aún de los portugueses en el Queguay, encontró a Fructuoso Rivera, comandante general de la campaña a las órdenes de Lecor. Fue Rivera quien le expidió salvoconductos y le solicitó que le entregase a su hijo Santiago para educarlo, a lo que ella entonces se negó. En 1825, luego del desembarco en la Agraciada, se intensificó la vigilancia de los brasileños sobre Melchora -a quien consideraban, evidentemente, una figura muy peligrosa- que se salvó gracias a la protección de Bernardina Fragoso, esposa de Rivera. Finalmente, Santiago quedaría bajo la tutela del ahora General y primer Presidente de la República, Rivera, en 1832, agregado a su escolta. Santiago ganó las jinetas de Sargento 1º en la 2ª Compañía de Guardias Nacionales de Montevideo. En 1828, las esposa de Rivera intentó también

hacerse cargo de María pero Melchora se negó, por ser el único recuerdo de Artigas que le quedaba. Sin embargo, ese mismo año Melchora Cuenca casó con el correntino José Cázeres, ignorándose otros datos sobre la unión. Melchora siguió viviendo en el Queguay hasta 1846 con su hija y nietos, cuando viajó a Concordia para reencontrarse con su hijo Santiago.

En septiembre de 1850, llegó a casa de Santiago un oficial del ejército paraguayo con un sobre del Presidente López, en el que le informaba acerca de la muerte de José Artigas. Luego de mucho dudarlo, Santiago se lo comunicó a Melchora, quien le respondió con tranquilidad: "Mentiras, son mentiras de los enemigos. Pobres mentiras. Ya lo verás llegar llegar por este mismo camino" (2). Estas palabras pintan claramente un espíritu de guerrero que nunca se rindió y el afecto que aún sentía por nuestro Prócer.
En Concordia Melchora murió cerca de 1870, envenenada por las emanaciones de un brasero colocado en su habitación. Triste final para tan extraordinaria mujer.

Su hijo Santiago Artigas Cuenca siguió la carrera militar, siendo su tutor el general Rivera, alcanzando el grado de Coronel. Santiago combatió en ****** e India Muerta junto a Rivera y estuvo al servicio del Gobierno de la Defensa durante la Guerra Grande, combatiendo en la Villa de Salto. En Concordia, alcanzó el grado de comandante general, ocupando cargos de confianza del gobernador de Entre Ríos, general Urquiza.
Santiago, hijo legítimo de Artigas falleció en Concordia en 1861.

Un poema del poeta sanducero Aníbal Sampayo (n. 1926), titulado "Melchora Cuenca", recuerda su figura


De Güirapitá los triunfos,
Resonaban en los cerros,
Mas la derrota acechaba
Y allá en el Tacuarembó...
La división de patriotas,
comandada por Sotelo
con los bravos misioneros,
un veintidos sucumbió.

Despues El Pilar.
febrero de 1820
y luego el 13 de junio,
el encuentro de las Guachas....
Gualeguay,El Yuquery,
Las Tunas y Avalos tienen,
funestas contradicciones,
para el héroe y su campaña.

Y fue allí en Mandisobí
cuando la dulce lancera,
por última vez se viera,
con el caudillo oriental...
cuando él busca el Paraguay,
Melchora sola regresa,
para llorar su tristeza,
en los montes del Queguay.
(

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