lunes, 29 de julio de 2013

MI PAÌS



Mi país
RUBEN RADA

En Hoy puedo ver todo lo bueno
Que hay aquí
Y admirar las tradiciones
que hacen grande a mi país
Como uruguayo quiero ser parte de ti
Recorrer todas tus playas
Tus costumbres, tu perfil
Tomarme un mate, Bizcochar
Chistarle al guarda
Ir al bar por unos trucos
Y soñar con se campean
Hoy puedo amar, puedo cantar, puedo reír
Respirar tu primavera
Hasta que el jazmín
Con tortas fritas cantare bajo la lluvia
Porque ya lo dice el dicho
Siempre que llovió, paro

Gracias a vos hermosa tierra
Lo murga ensaya hoy para salir
Y en el zaguán besar la novia
Que un día dará hijos al país

Hoy puedo amar, puedo cantar,
Puedo reír, Respirar tu primavera
hasta que el jazmín
Con tortas fritas cantare bajo la lluvia
Porque ya lo dice el dicho
siempre que llovió, paro

Gracias a vos hermosa tierra
Lo murga ensaya hoy para salir
Y en el zaguán besar la novia
Que un día dará hijos al país

Y el tamboril ira con sus candombes
Llenando de poesía mi país
Lo murga ensaya hoy para salir
Gracias a vos en mi país
Lo murga ensaya hoy para salir
Gracias a vos en mi país
Lo murga ensaya hoy para salir






miércoles, 24 de julio de 2013

ADULTOS MAYORES DE 50 AÑOS

En este apartado se indicarán las características funcionales de las personas con más de 50 años de edad y los efectos positivos que tiene el ejercicio físico regular en la prevención de la pérdida de la condición física y de algunas enfermedades que se manifiestan con mucha frecuencia a partir de esa edad.
Se ha visto en el apartado de los adultos jóvenes y de mediana edad que entre los 20 y 30 años la condición física o capacidad funcional de una persona que no hace ejercicio físico de modo regular alcanza su valor más elevado. Si esta persona continúa manteniendo unos hábitos de vida sedentarios, a partir de esta edad su condición física comenzará a deteriorarse progresivamente, y este deterioro favorecerá la aparición de problemas de salud o de calidad de vida en un futuro más o menos lejano. A partir de los 50 años de edad, es donde se observa un mayor nivel de sedentarismo y donde gran parte de la reducción de la capacidad funcional asociada al envejecimiento (que empieza alrededor de los 30 años de edad) alcanza su valor más elevado. Sin embargo, la disminución de la condición física y de la capacidad funcional estará influenciada por las enfermedades que se hayan podido padecer, el tipo de alimentación, el estilo de vida o la cantidad de ejercicio físico que se haya realizado, además de por la herencia genética.
Con el envejecimiento de la persona aumenta el riesgo de que la reducción de la capacidad funcional llegue a un nivel por debajo de un umbral mínimo, le limite a la hora de realizar algunas de las tareas más comunes de la vida cotidiana como por ejemplo caminar o levantarse de una silla, y le haga depender de algún tipo de ayuda.


COMPOSICIÓN CORPORAL
En este apartado se señalará la evolución de varios indicadores de la capacidad funcional o de la condición física de las personas mayores de 50 años que no hacen ejercicio físico, y de los efectos positivos que tiene en dicha capacidad funcional comenzar a realizar un programa de ejercicio físico.

¿Qué entendemos por composición corporal?
Por composición corporal entendemos las partes de las que se compone el cuerpo humano. Para estudiarlo de manera simplificada, se considera que el cuerpo humano está compuesto, además de por agua de: músculo, grasa y hueso. En este apartado veremos lo que ocurre en el músculo, la grasa y el hueso de las personas a partir de 50 años cuando no hacen ejercicio físico regularmente.

¿Qué ocurre con el músculo de las personas a partir de los 50 años de edad cuando no hacen ejercicio físico regularmente?
En la Figura 2.5 del apartado anterior, se muestra la evolución del número total de fibras musculares (A y del grosor (área de la sección transversal) del músculo (B), desde los 20 hasta los 90 años, en hombres sedentarios.
En el apartado anterior se ha comentado que entre los 20 y los 30 años de edad se tienen los valores más elevados de número de fibras musculares y de grosor del músculo. A partir de los 30 años se observa una disminución tanto del número de fibras musculares como del grosor y de la masa del músculo. Esta disminución suele ser ligera, aunque significativa, entre los 30 y los 50 años (cercana a un 10%). Sin embargo, a partir de los 50 años la disminución en la masa muscular es mucho más pronunciada y se acompaña de un aumento de la grasa intramuscular. A los 80 años de edad, un hombre sedentario puede haber perdido entre un 30% y un 40% de la masa muscular que tenía a los 30 años.

¿Qué consecuencias tiene la pérdida de masa muscular que se observa con la edad?
De igual manera que se comentaba en el apartado anterior para los adultos jóvenes y de mediana edad, la consecuencia más importante es que la pérdida de masa muscular se acompaña de una disminución de la fuerza muscular. En menor medida, la pérdida de masa muscular también puede explicar hasta un 30% de la disminución de la resistencia aeróbica (en el fondo físico) que se observa en personas de edad avanzada. También, conviene recordar que la pérdida de fuerza en personas mayores está directamente relacionada con una reducción de la movilidad y de la capacidad para realizar tareas de la vida cotidiana. A partir de esta edad, la reducción de la fuerza también esta relacionada con el incremento del riesgo de sufrir caídas, especialmente en aquellas personas que presentan un disminución importante de la masa muscular y de la capacidad de equilibrio.

¿A qué se debe la pérdida de fibras musculares y del grosor del músculo que ocurre a partir de los 50 años de edad?
De igual manera que se ha comentado en el apartado anterior para los adultos jóvenes y de mediana edad, esta pérdida se debe a que algunas fibras musculares pierden su inervación (estímulo nervioso) y disminuyen su tamaño. Esta disminución en el tamaño, llamada también atrofia muscular, hace que el grosor del músculo disminuya.

¿Todas las personas "sufren" el proceso de envejecimiento sobre la fuerza y la masa muscular de la misma forma?
No. Parece que la disminución de la condición física con el envejecimiento se puede evitar en parte, y que los cambios asociados al paso de los años en la fuerza y la masa muscular están muy relacionados con la disminución de la cantidad e intensidad de la actividad física que se produce con el envejecimiento.

¿La pregunta anterior quiere decir que la práctica de ejercicio físico de fuerza, frecuentemente, puede prevenir en parte la reducción del tamaño del músculo que se observa, especialmente, a partir de los 50 años de edad?
Sí. Como se ha comentado en el apartado anterior y como se verá cuando se trate el apartado de fuerza muscular, el entrenamiento intenso de fuerza en personas de estas edades se acompaña de un aumento significativo del grosor del músculo y, por lo tanto, previene en parte la reducción del tamaño del músculo que se observa con la edad. Por eso, se puede concluir que una gran parte de la disminución del tamaño del músculo que se observa a partir de los 50 años de edad en hombres y mujeres, se puede evitar haciendo ejercicio físico regularmente.

¿Qué ocurre con la cantidad de grasa corporal de las personas a partir de los 50 años cuando no hacen ejercicio físico frecuentemente?
En el apartado anterior se ha comentado que la cantidad de grasa corporal suele aumentar de manera importante a partir de los 17-20 años, tanto en mujeres como en hombres que no hacen ejercicio físico frecuentemente. Se observa que el porcentaje medio de grasa corporal, que a los 17-18 años es cercano al 20% en mujeres y al 12% en hombres, aumenta progresivamente hasta alcanzar valores medios del 25% (mujeres) y del 17% (hombres) a los 35 años de edad y del 29% (mujeres) y del 23% (hombres) a los 55 años. Por encima de los 55 años, estos porcentajes de grasa continúa aumentando, al mismo tiempo que las personas envejecen.

¿Qué consecuencias tiene el aumento de la cantidad de grasa corporal que se observa con la edad?
De igual manera que se comentaba para los adultos jóvenes y de mediana, la consecuencia más importante es que ese aumento de la grasa corporal esta muy relacionado con el aumento del riesgo de padecer enfermedades, como la diabetes, la hipertensión o la artereoesclerosis.

La práctica regular de ejercicio físico, ¿tiene algún efecto sobre el aumento de la grasa corporal que se observa a partir de los 50 años de edad en las personas sedentarias?
Como veremos más adelante en el siguiente capítulo cuando se trate el tema de la obesidad, se han realizado numerosos trabajos que han estudiado, en personas sedentarias o que hacen poco ejercicio, los efectos de diferentes tipos de entrenamiento de resistencia aeróbica o de fuerza muscular sobre la cantidad de grasa del cuerpo; la mayor parte de ellos indican que al cabo de varias semanas de entrenamiento se observa una disminución significativa de la cantidad de grasa del cuerpo (aunque se consigue un efecto mayor cuando se combina el ejercicio físico regular con una dieta). Por lo tanto, se puede concluir que una gran parte del aumento de la grasa del cuerpo que se observa a partir de los 50 años de edad en hombres y mujeres, se puede evitar haciendo ejercicio físico de modo frecuente. (Ver también páginas 72 a 95).

¿Por qué son importantes los huesos?
Como ya hemos comentado anteriormene, los huesos son un componente muy importante del cuerpo porque soportan el peso de la gravedad, ayudan a desplazarse, protegen a los órganos y sirven de despensa donde se almacena calcio y fósforo, minerales muy necesarios para el cuerpo. Al contrario de lo que se puede pensar, el hueso no es un componente estático, sin variación en su contenido durante la vida, sino que es un tejido dinámico que está sometido continuamente a un proceso de destrucción y de regeneración a lo largo de la vida de la persona. Si la regeneración es mayor que la destrucción, se ganará hueso. Sin embargo, si la destrucción predomina sobre la regeneración se perderá hueso.

¿Qué ocurre con los huesos de las mujeres mayores que no hacen ejercicio físico regularmente?
En la figura 2.7 que se presenta en el apartado de adultos jóvenes y de mediana edad, se muestra la evolución de la cantidad de minerales del hueso en mujeres sanas, desde que nacen hasta los 70 años de edad. La cantidad de minerales que tiene el hueso es un buen reflejo de la masa y de la calidad del hueso. En esta figura se observa que a partir de los 50 años, durante los primeros años posteriores a la menopausia, si la mujer no toma una terapia con hormonas se produce una pérdida más rápida de masa ósea. A partir de los 60 años, se sigue perdiendo masa ósea pero a menor velocidad que la observada entre los 50 y los 60 años. Esta pérdida de hueso favorece la aparición de la osteoporosis, alteración que en mujeres mayores de 60 años se puede acompañar de una reducción de un 30 a un 50% de la masa ósea .

¿Qué ocurre con los huesos de los varones a partir de los 50 años?
La masa ósea también disminuye con la edad en los varones. Sin embargo, la pérdida de hueso se diferencia bastante de la que sufren las mujeres, porque los hombres suelen comenzar a perder masa ósea a edades más tardías y porque generalmente pierden menos masa ósea que las mujeres.
Los varones habrán perdido de un 10% a un 15% de su masa ósea a la edad de 70 años y hasta un 20% a los 80 años. La pérdida de hueso con la edad en los hombres también favorece la aparición de la osteoporosis. Dos factores importantes que explican la cantidad de masa ósea que se tiene en los últimos años de la vida son la cantidad de masa ósea acumulada durante la juventud y su posterior pérdida con el tiempo. Se sabe que a los 65 años de edad la progresiva pérdida de hueso es lo suficientemente importante como para elevar de manera significativa el riesgo de sufrir fracturas. Esta pérdida de masa ósea puede acelerarse en el caso de una reducción de la ingesta de calcio, de tener diabetes o cualquier tipo de disfunción renal, así como de llevar una vida sedentaria.

¿Qué es la osteoporosis?
Como ya hemos apuntado anteriormente, la osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza porque la masa ósea está muy disminuida y su contenido está muy deteriorado. El principal peligro de la osteoporosis es que el hueso se vuelve muy frágil y tiene muchas más posibilidades de romperse.

¿Qué efectos tiene la práctica regular de ejercicio físico sobre la pérdida de masa ósea que se observa a partir de los 50 años de edad en las personas que no practican ejercicio físico de modo regular?
Diferentes trabajos que han estudiado los efectos que tienen los programas de ejercicio físico en la masa ósea de personas sedentarias o que hacían poco ejercicio físico a partir de los 50 años de edad, muestran que la actividad física puede influir en la formación de masa ósea al producir en primer lugar fuerzas que comprimen o doblan sus estructuras. Esto puede causar pequeñas deformaciones temporales que con el tiempo estimulan la formación de hueso nuevo. El tipo de ejercicio que más incidencia parece tener sobre la formación de masa ósea es el que utiliza el peso del propio cuerpo (por ejemplo, andar, correr, aeróbic...) y también los ejercicios con pesas.

Sin embargo, por la información disponible, se considera que los efectos sobre la masa ósea no son tan concluyentes ("espectaculares") como los que se observan en el aumento de la masa muscular o en la disminución de la cantidad de grasa, porque el aumento observado en la masa ósea suele ser muy pequeña o mínima. Esto principalmente se debe a que los estudios realizados hasta ahora son muy pocos y de corta duración (varias semanas), lo que impide probablemente que se puedan ver efectos más significativos sobre el hueso: se necesitaría cerca de un año para detectar cambios claros, significativos, en este tejido. Por eso, el Colegio Americano de Medicina del Deporte recomienda hacer ejercicio regular, especialmente ejercicios de fuerza o de resistencia que produzcan impactos en el suelo que pueden disminuir la pérdida de hueso que se observa con la edad.



EL DEPORTE ES SALUD-

El deporte es salud

El deporte aporta muchos beneficios para la salud y la calidad de vida, no solo en lo físico. Ayuda a olvidar preocupaciones y a relacionarte con otros chicos de tu edad.
Hoy en día, la cantidad de niños y adolescentes que tienen sobrepeso o son obesos es mucho mayor que antes. El ejercicio regular ayuda a prevenir los graves problemas de salud que se asocian con el sobrepeso u obesidad.
¿Por qué es tan importante el ejercicio físico?
Aporta muchos beneficios. Verás:
  • Quema calorías en vez de almacenarlas como grasa en el cuerpo. Ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de sobrepeso u obesidad.
  • Mantiene los niveles de azúcar en sangre más equilibrados, dentro de límites normales. Esto es todavía más importante para los que tienen diabetes o están en riesgo de padecerla.
  • Baja la presión arterial y los niveles de colesterol.
  • Fortalece los huesos y los músculos, y aumenta la fortaleza y la resistencia.
  • Alivia el estrés y mejora el sueño y la salud mental. Ayuda a combatir posibles crisis de ansiedad o de depresión.
  • Aumenta la autoestima. Da seguridad respecto al cuerpo y su aspecto.
  • Eleva la capacidad de concentración y el rendimiento escolar.
  • Es socializador, favorece el compañerismo y reduce la agresividad.
¿Cuánto ejercicio necesita un adolescente?
Precisas como mínimo, 60 minutos de ejercicio al día. No es necesario realizarlo de una sola vez. Puede lograrse a lo largo del día, en tiempos de actividad más breves.
¿Por qué es importante limitar el tiempo frente a la pantalla?
El tiempo frente a la pantalla se refiere a navegar por internet, ver la televisión o DVD o jugar con videojuegos. Estas actividades se suelen realizar sentados o de pie, quietos. Pues bien, el tiempo total frente a la pantalla no debe ser más de 1 ó 2 horas al día.
Hay que evitar poner televisiones en los cuartos. En promedio, los jóvenes con televisión en su dormitorio la ven una hora y media más al día que los que no la tienen.
¿Qué pueden hacer los padres para mantener activo a su hijo?
Debe ser un modelo saludable a seguir por su hijo. Haga ejercicio. Manténgase activo físicamente en su vida diaria. Planifique salidas familiares activas.
Ayude a que su hijo encuentre la actividad que le guste. Con un poco de prueba y error se podrá llegar a encontrar una actividad física apropiada.
Tenga en cuenta que la familia juega un gran papel en la estimulación de los adolescentes. A partir de los 12 años aumenta la carga de trabajo escolar y la actividad física pasa a un segundo plano.
¿Y qué deportes son los más recomendables?
Los que más te gusten.
Lo importante es que seas constante. Que te impongas a ti mismo unos días y horas para hacerlo (3-4 veces por semana).
Si hace mucho tiempo que no practicas deporte, los primeros días serán los más duros, pero poco a poco te irás sintiendo mejor y cada vez más contento al ver como tu forma física mejora.
Sea el deporte que sea, y para evitar lesiones, haz siempre precalentamiento.
¿Existen situaciones en las que no sea recomendable realizar deporte?
El deporte siempre es recomendable.
Lo que conviene es no pasarse. Evita la extenuación. Si te agotas, tu cuerpo perderá fuerza y dejarás de hacer ejercicio.
Si tienes alguna enfermedad crónica o lesión previa (asma, corazón, riñones, etc.), te aconsejamos que consultes con tu pediatra o médico. Te dirá sobre qué deportes son más recomendables en tu caso.
Por último, 4 precauciones que debes recordar:
  • Empieza a hacer ejercicio de forma moderada, para ir aumentando la intensidad.
  • Cuida la hidratación antes, durante y después del ejercicio.
  • No hagas deportes que requieran mucha fuerza física.
  • Habla con tu médico si ves cualquier problema o dificultad física.

lunes, 22 de julio de 2013

FUTBOL

https://es.wikipedia.org/wiki/Copa_Mundial_de_F%C3%BAtbol 
Copa Mundial de la FIFA
Temporada o torneo actualCopa Mundial de Fútbol de 2014
Copa Mundial de Fútbol
Deporte Fútbol
Fundación 13 de julio de 1930 (83 años)
Temporada inaugural Copa Mundial de Fútbol de 1930
Número de equipos 32
País Afiliados a FIFA
Campeón actual Bandera de España España
Más campeonatos Bandera de Brasil Brasil (5)
Sitio web oficial es.fifa.com/worldcup/

EL AGUTI Y EL CIERVO

Consigna. trabaja 1ero con la biografia del autor.
 http://es.wikipedia.org/wiki/Horacio_Quiroga envio un enlace
luego anticipa el tema de la lectura con el tìtulo y las imàgenes.
Finalmente leemos
 El agutí y el ciervo
Horacio Quiroga




El amor a la caza es tal vez la pasión que más liga al hombre moderno con su remoto pasado. En la infancia es, sobre todo, cuando se manifiesta más ciego este anhelo de acechar, perseguir y matar a los pájaros, crueldad que sorprende en criaturas de corazón de oro. Con los años, esta pasión se aduerme; pero basta a veces una ligera circunstancia para que ella resurja con violencia extraordinaria.
Yo sufrí una de estas crisis hace tres años, cuando hacía ya diez años que no cazaba.
Una madrugada de verano, fui arrancado del estudio de mis plantas por el aullido de una jauría de perros de caza que atronaban el monte, muy cerca de casa. Mi tentación fue grande, pues yo sabía que los perros de monte no aúllan sino cuando han visto ya a la bestia que persiguen al rastro.
Durante largo rato, logré contenerme. Al fin, no pude más y, machete en mano, me lancé tras el latir de la jauría.
En un instante, estuve al lado de los perros, que trataban en vano de trepar a un árbol. Dicho árbol tenía un hueco que ascendía hasta las primeras ramas y, aquí dentro, se había refugiado un animal.
Durante una hora, busqué en vano cómo alcanzar a la bestia, que gruñía con violencia. Al fin, distinguí una grieta en el tronco, por donde vi una piel áspera y cerdosa. Enloquecido por el ansia de la caza y el ladrar sostenido de los perros, que parecían animarme, hundí por dos veces el machete dentro del árbol.
Volví a casa profundamente disgustado de mí mismo. En el instante de matar a la bestia roncante, yo sabía que no se trataba de un jabalí ni cosa parecida. Era un agutí, el animal más inofensivo de toda la creación. Pero, como hemos dicho, yo estaba enloquecido por el ansia de la caza, como los cazadores.
Pasaron dos meses. En esa época, nos regalaron un ciervito que apenas contaría siete días de edad. Mi hija, aún niña, lo criaba con mamadera. En breve tiempo, el ciervito aprendió a conocer las horas de su comida y surgía entonces del fondo de los bambúes a lamer el borde del delantal de mi chica, mientras gemía con honda y penetrante dulzura. Era el mimado de casa y de todos nosotros. Nadie, en verdad, lo ha merecido como él.
Tiempo después, regresamos a Buenos Aires y trajimos al ciervito con nosotros. Lo llamábamos Dick. Al llegar al chalet que tomamos en Vicente López, resbaló en el piso de mosaico, con tan poca suerte que horas después rengueaba aún.
Muy abatido, fue a echarse entre el macizo de cañas de la quinta, que debían recordarle vivamente sus selvosos bambúes de Misiones. Lo dejamos allí tranquilo, pues el tejido de alambre alrededor de la quinta garantía su permanencia en casa. Ese atardecer llovió, como había llovido persistentemente los días anteriores y, cuando de noche regresé del centro, me dijeron en casa que el ciervito no estaba más.
La sirvienta contó que, al caer la noche, creyeron sentir chillidos afuera. Inquietos, mis chicos habían recorrido la quinta con la linterna eléctrica, sin hallar a Dick.
Nadie durmió en casa tranquilo esa noche. A la mañana siguiente, muy temprano, seguía en la quinta el rastro de las pisadas del ciervito, que me llevaron hasta el portón. Allí comprendí por dónde había escapado Dick, pues las puertas de hierro ajustaban mal en su parte inferior. Afuera, en la vereda de tierra, las huellas de sus uñas persistían durante un trecho, para perderse luego en el barro de la calle, trilladísimo por el paso de las vacas.
La mañana era muy fría y lloviznaba. Hallé al lechero de casa, quien no había visto a Dick. Fui hasta el almacén, con igual resultado. Miré, entonces, a todos lados en la mañana desierta: nadie a quien pedir informes de nuestro ciervito.
Buscando a la ventura, lo hallé, por fin, tendido contra el alambrado de un terreno baldío. Pero estaba muerto de dos balazos en la cabeza.
Es menester haber criado algo con extrema solicitud -hijo, animal o planta- para apreciar el dolor de ver concluir en el barro de un callejón de pueblo a una dulce criatura de monte, toda vida y esperanza. Había sido muerta de dos tiros en la cabeza. Y para hacer esto se necesita...
Bruscamente me acordé de la interminable serie de dulces seres a quienes yo había quitado la vida. Y recordé al agutí de tres meses atrás, tan inocente como nuestro ciervito. Recordé mis cacerías de muchacho; me vi retratado en el chico de la vecindad, que la noche anterior, a pesar de sus balidos, y ebrio de caza, le había apoyado por dos veces en la frente su pistola matagatos.
Ese chico, como yo a su edad, también tenía el corazón de oro...
¡Ah! ¡Es cosa fácil quitar cachorros a sus madres! ¡Nada cuesta cortar bruscamente su paz sin desconfianza, su tranquilo latir! Y cuando un chico animoso mata en la noche a un ciervito, duele el corazón horriblemente, porque el ciervito es nuestro...
Mientras lo retornaba en brazos a casa, aprecié por primera vez en toda su hondura lo que es apropiarse de una existencia. Y comprendí el valor de una vida ajena, cuando lloré su pérdida en el corazón.