martes, 20 de agosto de 2013

folclore.miercoles 21

Origen del folklore
 
 
 
La palabra Folklore o Folclore, que abrevia de alguna forma al término "The lore of the people" (saber del pueblo), fue utilizada por primera vez por el Arqueólogo inglés William John Thoms (1803-1885), que con el seudónimo de Ambrose Merton, la publica en la revista londinense "Athenaeum", el 22 de agosto de 1846.

Muchos fueron los términos que intentaron reemplazar a la palabra Folklore, todos buscando castellanizarla, "saber del pueblo", "demosofía", "tradición", etc., pero ninguno prosperó.
Su consagración oficial se logró en 1878 con la fundación de la Folk-lore Society, la primera Sociedad Folklórica de carácter científico.
Icono IDevice ¿Qué es folklore?
Es el conjunto de tradiciones y costumbres de los pueblos a través de la cultura, o sean sus conocimientos y manifestaciones culturales, sociales, artísticas y todas aquellas que surgidas en algún momento del pasado, persisten en la actualidad porque se han transmitido de generación en generación.

Icono IDevice ¿Forma parte de nuestro folklore?
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¿Cuándo algo es folklórico?

Para que un hecho sea considerado folklórico, debe ajustarse a una serie de condiciones, entre las que se destacan dos:


Que haya sido producido por el pueblo en el anonimato, por el aporte colectivo de la gente.
Que haya arraigado en el pueblo, sufriendo la prueba del tiempo sin desaparecer en sus intenciones básicas.
También es válido que para que un hecho reúna la esencia de lo folklórico debe ser popular, tradicional, colectivo, funcional, empírico además de los rasgos implícitos (oralidad, anonimato, localización y trasvasamiento. (Ricardo Berrutti)
Los hechos y fenómenos tradicionales del pueblo se manifiestan en diversos aspectos:
Materiales: la vivienda, alfarería, textilería, artesanía tradicional, la vestimenta, la comida, los instrumentos musicales, etc.
Espirituales: Mito, leyendas, arte popular, supersticiones, magia y hechicería, medicina tradicional, música, danza, cuentos, adivinanzas, trabalenguas, refranes, creencias, etc.
También hay que tener en cuenta las manifestaciones sociales, religiosas y estéticas.

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